martes, 23 de mayo de 2017

La Batalla

     1. Intento de sorpresa en Quebrada Honda

Todo el ejército chileno llega a Quebrada Honda a las 6 pm del 25 de mayo. Una avanzada de arrieros con 60 mulas y barriles de agua es capturada por jinetes peruanos del Húsares de Junín que estaban en vigilancia. En los interrogatorios, los arrieros revelan que el ejército chileno estaba compuesto por 22 mil hombres, lo que hace cambiar de planes al general Campero. Se decidió que todo el ejército aliado atacara al ejército chileno de madrugada en Quebrada Honda, aprovechando la oscuridad.
A la medianoche del 26 de mayo se emprendió la marcha del ejército aliado a Quebrada Honda. En medio de la noche perdieron el rumbo debido a la neblina y la expedición no tuvo éxito, por lo cual se tuvieron que volver a sus líneas, arribando a las 5 am a la posición original. Pero resultó que 3 divisiones peruanas y una boliviana se extraviaron sin saber su ubicación. El coronel Belisario Suárez tomó el mando y ordenó que se esperase al amanecer para emprender la marcha, pero fueron vistos por las avanzadas del batallón Atacama que les hizo disparos mientras se retiraban, llegando estas fuerzas aliadas al Alto de la Alianza a las 7 am. Las fuerzas aliadas no durmieron por la frustrada expedición.

     2. Disposición para la batalla

  • Ala izquierda, al oeste, al mando del coronel boliviano Eliodoro Camacho. La Artillería de Panizo se distribuyeron en 3 brigadas de artillería y a falta de datos es muy probable que la composición del armamento haya sido de la siguiente manera: La 1.ª Batería 3 Blackely de 4 libras y 1 ametralladora, comandada por el Sargento Mayor Manuel Carrera. La 2.ª. Batería o sección de dos cañones de 12 libras y 1 ametralladora, comandada por el Capitán Ricardo Ugarte y la 3.ª. Batería por otros 3 Blackely de 4 libras y 1 ametralladora, comandada por el Sargento Mayor José Manuel Ordóñez. Acompañaban el Ala izquierda los batallones peruanos Zepita, Cazadores del Misti, Arica y Pisagua. En la reserva estaban los batallones bolivianos Viedma, Tarija y Sucre, los batallones peruanos Huáscar y Victoria, los escuadrones de caballería bolivianos Coraceros, Escolta, Libres del sur, y Vanguardia de Cochabamba.
  • Centro, al mando del coronel boliviano Miguel Castro Pinto, un reducto con 2 ametralladoras y un cañón boliviano, los batallones bolivianos Padilla, Chorolque, Grau y Loa y un reducto con 2 ametralladoras y un cañón boliviano. En la reserva estaban los batallones peruanos Ayacucho y Arequipa.
  • Ala derecha, al este, al mando del contraalmirante peruano Lizardo Montero, con los batallones peruanos Granaderos del Cusco y Lima, el escuadrón boliviano Murillo y la artillería boliviana Krupp cerrando la línea en un reducto. En la reserva estaban los batallones peruanos Provisional de Lima y Cazadores del Rímac, la División Del Solar, la caballería peruana y los batallones bolivianos Alianza o Colorados y Aroma.

    3. Inicio de la batalla

    A las 7:30 de la mañana se divisan ambos bandos y empiezan a desarrollar sus líneas.
    Las tropas chilenas iniciaron sus actividades hacia las 8 de la mañana, ya a las 9 am se inició el bombardeo de la artillería chilena, lo cual no tuvo el efecto esperado por las condiciones del terreno, pero ocasionó mucho humo que impedía la visibilidad. La artillería aliada respondió el ataque durante una hora con la 2.ª. Batería al mando de Eduardo Águila y la sección de a 12 al mando de Ricardo Ugarte. A las 10 am se empieza a movilizar las fuerzas chilenas. Panizo ordenó aumentar las distancias entre las Baterías para que entrara en acción la 1.ª. Batería y romper los fuegos, lo que se hizo hasta las 11am.

    4. Desarrollo de la batalla

    Cuando los batallones bolivianos Colorados y Aroma llegaron al ala izquierda, Campero ordenó que hicieran fuego sobre las fuerzas aliadas que huían, a fin de hacerles dar media vuelta. Pronto se ubicaron en la línea de batalla y resistieron a las fuerzas chilenas de Amengual. En el centro, el coronel Castro Pinto recibió el refuerzo de 2 Krupp bolivianos que fueron colocados sobre la izquierda de su línea y de los batallones peruanos Provisional de Lima y Cazadores del Rímac que eran la reserva del ala derecha.
    Las divisiones chilenas llegaron a unos 80 metros de las trincheras aliadas ya sin municiones, que había sido repartidas en cantidad insuficiente. Las tropas de Amengual y de Barceló se mezclaron y comenzaron a retroceder. Fue en ese momento, que el coronel Camacho ordena un contraataque de conjunto con las divisiones peruanas de Cáceres y Suárez y toda la infantería de Castro Pinto, que combatían a las fuerzas de Barceló.

    5. Fin de la batalla

    Los chilenos, reforzados por nuevas tropas y municiones, emprenden un nuevo ataque.
    La IV División del coronel Orozimbo Barbosa, emprende un ataque a la derecha aliada, con el batallón Zapadores a la izquierda, el regimiento Lautaro al centro y el batallón Cazadores del Desierto a la izquierda. Montero moviliza a la línea su única reserva que le quedaba, la División Del Solar. La División peruana de Dávila sale a enfrentarse a las fuerzas chilenas, pero la superioridad numérica y la falta de refuerzos lo hace retroceder. La batería chilena de Fontecilla se desplazó para atacar a los aliados, media batería atacaba a las fuerzas y la otra mitad, a la batería Krupp boliviana. la batería de Fontecilla llegó a estar a 400 m del reducto derecho aliado. El regimiento Lautaro peleó tendido a tierra y por eso tuvo pocas bajas.
    Las tropas de la IV División, luego de tomar el campamento aliado en la derecha continúan hasta las lomas del valle junto con el regimiento 4.º de línea de la División de Reserva.

     


     


     

Situación en Tacna

Los Aliados

Frente a los reveses de la Guerra del Pacífico, el presidente Mariano Ignacio Prado decidió regresar a Lima, dejando en Tacna al contralmirante Lizardo Montero Flores al frente del Primer Ejército del Sur. El gabinete ministerial peruano lo autorizó a viajar al extranjero a comprar buques y armamentos. Prado emprendió dicho viaje el 18 de diciembre de 1879 y al frente del gobierno quedó el vicepresidente Luis La Puerta. El pueblo peruano se enteró de su viaje cuando Prado se encontraba en Guayaquil.

Nos encontramos en esta ciudad, supongo,...como una medida política... aquí sólo se recibe el billete de 1 Sol por 25 centavos plata, y el nickel por ningún valor. ¿Por qué el General Montero autoriza esta horrible especulación?...Hace un mes Excelentísimo Señor, que nada sabemos de Lima, ni de V.E....Oficiales y tropa nos hallamos descalzos y peor vestidos...Rogando a V.E...nombre un Jefe de Estado Mayor General (y nuevos jefes para varios batallones) Sus antecedentes y ninguna simpatía por el Gobierno de V.E....los hacen indignos de permanecer en los puestos.
Carta de Agustín Aguirre a Nicolás de Piérola. Tacna, enero 20 de 1880.

Los chilenos

Los avances chilenos se realizaron desde Ite, donde desembarcaron la artillería, pasando por los valles de Locumba y de Sama.
El 28 de marzo de 1880, el coronel Pedro Lagos y luego el general Erasmo Escala renunciaron al ejército por diferencias militares con el alto mando chileno. Asumió el mando del ejército el general de brigada Manuel Baquedano. El 20 de mayo de 1880, una noticia impactó al pueblo chileno: la muerte del Ministro de Guerra y Marina en campaña, Rafael Sotomayor, en el campamento Las Yaras en el valle de Sama.
El 22 de mayo, el jefe del Estado Mayor del ejército chileno, coronel José Vélasquez, acompañado por casi todos los oficiales del ejército, hicieron un reconocimiento de las fuerzas aliadas, llegando a Quebrada Honda. Desde ahí, el sargento mayor Salvo disparó sus 2 cañones para medir al distancia con los tiros, siendo el fuego respondido por la artillería aliada.

 


 

Introducción:

La batalla del Alto de la Alianza, o batalla de Tacna, fue una acción bélica que se desarrolló en Tacna el 26 de mayo de 1880, en el marco de la Guerra del Pacífico, siendo una de las acciones militares más grandes de la Campaña de Tacna y Arica.8
Se enfrentaron los ejércitos aliados de Bolivia y Perú, ambos dirigidos por el general boliviano Narciso Campero, contra el Ejército de Chile, comandado por el general Manuel Baquedano que, luego de casi una hora de combate, resultó en victoria para la armada chilena. Como resultado de la batalla, Bolivia se retiró militarmente de la guerra, la cual continuaría sólo entre las fuerzas de Chile y Perú.
El lugar de la batalla fue la meseta del cerro Intiorko (en quechua, 'Alto del Sol'). Antes de la batalla, ya se conocía a la ubicación del campamento aliado con el nombre de Alto de la Alianza debido al Tratado de Alianza Defensiva Perú–Bolivia. También se le conoce como Campo de la Alianza.
Aunque respecto de las cifras de las bajas (muertos y heridos) correspondientes a esta acción de guerra no hay acuerdo entre los historiadores, es fácil concluir que la batalla, como lo dice Francisco Machuca (Sub Teniente chileno del Batallón Coquimbo, que participó en la Guerra del Pacífico) en su obra “Las cuatro campañas de la Guerra del Pacífico”, fue una de las batallas más sangrientas del siglo XIX chileno.